Edición original: Mattéo, Première Époque (1914-1915).
Fecha de edición: mayo de 2009.
Guión y Dibujo: Jean-Pierre Gibrat.
Formato: Libro cartoné, 64 págs., color.
Editorial: Norma Editorial.
Ya había ganas de una lectura de un nuevo album de Gibrat después de sis excepcionales “La Prorroga” y “El Vuelo del Cuervo” que anteriormente, y como en esta ocasión, editó Norma Editorial.
En esta ocasión, Gibrat, vuelve a utilizar como fondo la guerra para contarnos una historia de amor, (en este caso un amor no correspondido) aunque en este título, y a diferencia de los dos anteriores, el autor lleva a su protagonista a primera línea de la contienda, lo más cerca posible de los disparos y de los ensordecedores obuses, donde la tragedia y la muerte son compañeras de trinchera, donde se aprende a convivir con el miedo y la sangre mancha con su rojo característico los uniformes y las viñetas.
Durante todo el comic y con ayuda de las cartelas Matteo nos va contando su historia, sus impresiones sobre Juliette, sobre la guerra, sobre su familia…
Estamos en la Francia de 1914, muchos son los jóvenes franceses que se alistan voluntariamente para combatir en ella, algunos desde la inocente creencia que sería un paseo de ida y vuelta a Berlín, un acto que no les generaría ningún rasguño y sin embargo les concedería aventuras y los honores de haber prestado un servicio a su patria.
Matteo es hijo de exiliados españoles. Su padre, de ideología anarquista, tuvo que huir a Francia al verse envuelto en el intento de asesinato de Alfonso XIII (Curioso que Gibrat utilice el mismo nombre para su protagonista que el que perpetró el atentado contra el, en ese momento, rey de España.) En el mar francés y en la misma barca que les había llevado hasta allí, su padre encontró la muerte tiempo después por lo que Matteo se quedó solo en compañía de su madre.
Los franceses no trataban de igual a Matteo y su calidad de inmigrante, muy al contrario se mofaban de él y le insultaban por lo que entre esto, y la educación pacifista que le habían dado sus progenitores Matteo no veía la guerra como algo suyo. Pero ya se sabe que los protagonistas de Gibrat son capaces de cualquier cosa por amor y Julliet, muchacha de la que el joven estaba enamorado le hacía replantearse su situación neutral y consigue finalmente que Matteo se aliste a pesar de las cartas que su amigo Paulin le envía contándole la trágica realidad de la guerra de la que más tarde el mismo será testigo.
Si sus dos anteriores obras, el autor, utilizaba de fondo la Segunda Guerra Mundial, en esta ocasión se decanta por la Primera de las dos grandes guerras.
Así pues Gibrat nos vuelve a demostrar lo que es capaz de hacer el ser humano cuando el amor te empuña el corazón y hace que el cerebro no funcione correctamente.
Amor y guerra. Dos antónimos donde el francés se maneja a la perfección.
Aún reconociendo que Matteo es un buen tebeo, y al espera de las próximas entregas, (recordemos que tanto La Prorroga como El Vuelo del Cuervo ganan con la lectura completa de la obra) no me ha parecido estar a la altura de sus anteriores títulos.
Y no lo hace debido a unos personajes, salvo el personaje protagonista, menos trabajados. Y no lo hace debido a que tampoco describe como en sus anteriores trabajos la relación de la pareja protagonista, dejando que el lector sea quien tiene que imaginar que esta relación es mayor que una simple amistad.
Aún así no os llevéis a engaño. Este Matteo es una obra para leer y disfrutar del trabajo del gran artista Francés.
En el apartado gráfico Gribrat se reinventa a si mismo y encontramos algunas sutiles diferencias con sus anteriores obras. Un color más aguado y un entintado más suave y en ocasiones inexistente, dando el color directamente sobre el lápiz hacen que el resultado final sea ligeramente distinto a lo que conocemos del autor parisino.
Norma Editorial edita estupendamente, no hay duda, y sus títulos generalmente son interesantes.
La lástima es que sus precios son más elevados de los de sus competidoras.
Algunas ideas y recursos que me apetece destacar de la obra:
Gribrat, en esta ocasión nos lleva directos a la guerra y sus miserias llenando las viñetas de sangre y las caras de sus protagonistas de miedo.
El autor describe los sueños de su protagonista llenándolos de manchas y circulos rosaceos.
Nos vuelve a demostrar que es uno de los dibujantes mas capacitados para dibujar mujeres sensuales, bellas y femeninas. (Aunque muy parecidas entre si)
Al igual, Gibrat, las dota de inteligencia. Si en La Prorroga Cecile leía a Zola, en este nuevo título, Amélie se decanta por Maupassant.
Un saludo.
Otros comentarios a esta obra:
PAblo en El Lector Impaciente.
Caracrater en Lecturas Recomicdadas.
Xavier en Coses de L'utrescu.
Octavio es Estodigo.
sábado, 11 de julio de 2009
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4 comentarios:
Jeejeje, éste sabía que no se te escapaba. Yo a ver si lo encuentro, que este año, ls novedades del Salón han venido a cuentagotas y no se pillan bien.
Blueberry, aún así ya he visto por tu blog que hemos coincidido en unas cuantas compras...
Comanche, El Joven Verne..
Un abrazo.
Admirable y preciosista Gibrat...
Es uno de mis favoritos.
Buen gusto el tuyo JD ;)
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