lunes, 31 de agosto de 2009

La Secuencia: Sin Darnos Cuenta.



Normalmente, como ya sabéis, en esta sección hablo de lo que a mi me sugiere una secuencia de viñetas.
Me vacío con vosotros con alguna reflexión, más o menos acertada, a la que me ha llevado dicha secuencia.

En este caso no va a ser así. Frederik Peeters lo deja ya bastante claro en la secuencia de hoy.
Y es que el suizo si en algo destaca es que es, posiblemente y como ya he dicho en alguna otra ocasión, el autor que mejor sabe dibujar los sentimientos.
Y en esta secuencia lo vuelve a demostrar. Cualquiera que sea padre comprenderá lo que quiero decir.

Como crecen. Que rápido se hacen (y nos hacen) mayores. Como se nos escapan de las manos sin darnos tiempo apenas de disfrutarlos…

La secuencia ha sido escogida del comic Dándole Vueltas, recientemente editado por Astiberri y del que dejaré pronto un comentario por aquí.

Un saludo.

viernes, 28 de agosto de 2009

Lecturas: Omar el Navegante "Jinn-el-Rais"

Fecha de edición: enero de 2006.
Guión y Dibujo: Pedro Rodríguez.
Formato: Rústica, 48 Páginas.
Editorial: Ariadna Editorial.



Creo ya haber dicho en alguna ocasión lo mucho que me fío del amigo PAblo “El Impaciente” y sus reseñas.
Y fue en una de estas, antes de que yo me metiese de lleno en la lectura de La Puerta Entre los Mundos, que PAblo ya recomendaba efusivamente este comic.
Así pues, después de leerme el comic dedicado a Jules Verne y quedar encantado con el rectilíneo dibujo de Pedro, me vi en la obligación de buscar este otro trabajo del autor sevillano.
Y la verdad, contrapronóstico, no me fue muy difícil dar con él.
Así, me embarqué en una extraordinaria lectura de aventuras, magistralmente llevada por Pedro Rodríguez 3 años atrás.

Perdonarme, pero no puedo comparar este trabajo con las anteriores andanzas del singular personaje en las páginas de la revista DosVecesBreve, mi primer acercamiento a este autor ha sido, como ya he comentado, gracias a la historia recientemente publicada por Glenat en las que Pedro, acompañado de Jorge García a los guiones, nos cuentan las imaginarias aventuras del joven escritor francés y del que ya hablamos por aquí en su momento.



En esta obra de la que hablamos hoy encontramos ya en Pedro un dibujante solvente, con un dibujo muy personal y claramente diferenciador (aunque más emborronado, sobretodo a la hora de sombrear, que su trabajo posterior), un eficaz tratamiento del color y una gran narración gráfica de la que a continuación veremos algunos ejemplos.
Pero es que además podemos comprobar que el autor es un gran guionista.
Pedro nos presenta una historia de aventuras que contiene todos los ingredientes necesarios: Piratas, un mapa del tesoro, un objeto maldito, un juramento… La historia, desde luego, podría ya funcionar así, pero esto haría del comic una entretenida lectura, sin más. Y el autor introduce algunos ingredientes más y le da su toque personal de tal forma que de entretenida pasa a ser muy recomendable.
Como digo, Pedro Rodríguez, utiliza la aventura para hablarnos de la amistad, de cómo los sentimientos cambian con la distancia y la madurez, de cómo se idealizan y se añoran, de cómo el destino es capaz de cambiarnos y volvernos más egoístas..



Creta, 1653. Andreas es un chico tímido del que se mofan otros chicos de su edad. Omar, más decidido, sale siempre en su ayuda. Son amigos y se apoyan el uno en el otro.
En una de sus aventuras, encuentran un barco hundido en el mar y en él, con ayuda de la fortuna, un mapa del tesoro.
25 años después, los amigos, se volverán a encontrar aunque el tiempo no pasa para todos igual y no a todos nos envejece de igual forma el corazón.



La edición (en rústica) de Ariadna ayudan a hacer de este Omar el Navegante un álbum fácil de recomendar para los que gusten de las historias de aventuras.. E incluso para los que busquen algo más.
Yo, por mi parte, espero que Pedro Rodríguez nos ofrezca algún número más de las aventuras de Omar. ¿Quién sabe? Quizás con el tiempo…

Algunas ideas y recursos que me apetece destacar de la obra:

El mal de ojo de la calavera.



Hablando en árabe. He de reconocer que al principio me salté estos bocadillos, antes de saber que el árabe de Pedro es fácil de comprender.



Para describir la velocidad del barco, Pedro fija la vista del lector en un punto.



Un saludo.

Otros comentarios a esta obra:

Toni Boix en La BD.
Álvaro Pons en La Carcel de Papel.
PAblo en El Lector Impaciente.

jueves, 27 de agosto de 2009

Lecturas: Tamara Drewe.

Edición original: Tamara Drewe.
Fecha de edición: mayo de 2009.
Guión y Dibujo: Posy Simmonds.
Formato: Libro cartoné, 136 págs., color.
Editorial: Sins Entido.



Tenía que hacerme con este tebeo.
La etiqueta Essencial de Angouleme tiene mucha fuerza y es indicativa de que el comic que recibe tal mención es una obra que, cuanto menos, te va a hacer pasar un buen rato y que argumentalmente tiene que estar bien desarrollada. Si a esto le sumamos la recomendación enfática del carcelero tenemos un comic con el que no vamos a poder quejarnos de un dinero mal invertido.
Así pues, me dediqué a su lectura al principio de estas vacaciones ya terminadas (y prácticamente ya olvidadas) y de reconocer que ha sido una gran elección.



Primero hay que decir para no llevar a nadie a engaño que Tamara Drewe no es un comic al uso. Se podría decir que es un híbrido entre este y una lectura de un libro más convencional acompañado por ilustraciones, pero seguramente esta especificación tampoco sería acertada.

La autora, Posy Simmonds, entiende el arte de la historieta de una forma muy personal (al menos en este comic, que es la primera obra a la que me enfrento de la historietita británica). Utiliza cualquier medio que esté a su alcance para confeccionar una historia que va redondeándose a medida que nos vamos introduciendo en esta, para terminar siendo una obra perfectamente compacta, que no deja ningún cabo suelto y así mismo una lectura amena y sencilla a pesar de la dificultad con la que se nos ha planteado.

Y es que Simmonds utiliza cualquier medio de expresión para desarrollar su historia (y se podría decir que aparecen, de una forma u otra, todos ellos en la historieta). La escritura de los literatos que aparecen en el comic, los mensajes MMS en los móviles de las más jóvenes protagonistas, recortes de la prensa del corazón, cartas, la columna que escribe la propia Tamara Drewe en el periódico, mensajes por correo electrónico.. Todas ellas formando un original collage que da forma a un tebeo tan original como perfectamente coordinado.



Simmonds nos descubre los pensamientos de cada uno de los personajes de su obra y con ellos, según van entrelazándose unos con otros, va creando la historia.
Así pues, se podría decir que cada página esta protagonizada por uno de sus muchos personajes principales, nos introduce en su cabeza, nos hace partícipes completos de la historia y, gracias a estos pensamientos, nos da a conocer a los demás personajes y la personalidad de su propietario.

Retiro Stonefield es una finca a las afueras de una pequeña comunidad rural de Inglaterra, alejada del mundanal ruido de cualquier urbe británica y reconvertida por el matrimonio Hardiman en un agradable sitio de recogimiento, meditación y escritura para escritores.
Todo transcurre apaciblemente hasta la llegada de la hermosa y carismática Tamara Drewe, que será la encargada de revolucionar con su abierta personalidad, su estilada figura y su nariz recién operada el devenir de la pequeña comunidad.



En este escenario tan cerrado es donde Simmonds sitúa la acción y nos presenta a los trabajados personajes que protagonizan la obra en primera persona.
Conocemos a Glen Larson, escritor que espera que de Stonefield salga su primera novela de éxito y conseguir así ahogar su frustración y auto devaluación personal. Conocemos a Beth Hardiman, principal alma del retiro, trabajadora infatigable y una enamorada de su marido y sobretodo de su obra, de la que tiene gran parte de culpa. A su marido Nicholas Hardiman, egocéntrico y prepotente literato de éxito, adúltero y egoísta a partes iguales. Conocemos al jardinero Andy Cobb, al ex/músico de éxito Ben Sergeant, a las adolescentes Jodey y Casey y sus ganas de escapar del aburrimiento de un pueblo que poco las puede ofrecer y, por supuesto, conocemos a Tamara… y todo esto mientras observamos pasar las estaciones a modo de capítulos por el tranquilo Stonefield.

Una lectura muy recomendable que cuenta con una magnífica edición por parte de Sins Entido.

Algunas ideas y recursos que me apetece destacar de la obra:

Para presentarnos a los personajes y desarrollar la obra, Simmonds nos introduce en la cabeza de estos y a través de sus pensamientos logra confecionar buena parte de la historia.


Por ello, la autora también echa mano de los bocadillos de pensamiento (que están compuestos por secuencias de viñetas) en una obra que en su mayor parte es contada en primera persona.


A su vez, Simmonds, utiliza cualquier cosa que esté en su mano para darnos a conocer a sus personajes. En esta página, que puede servir perfectamente como ejemplo, podemos ver la portada del disco del antiguo grupo de Ben y una columna de un periódico en la que nos cuentan la relación de Ben con estos.


Un saludo.

Otros comentarios a esta obra:


Álvaro Pons en La Carcel de Papel.
Bochones en 48 Páginas.
Sergio en Lecturas Recomicdadas.
Octavio en Estodigo.
Nemo Nadir en El Pequeño Misátropo...

martes, 25 de agosto de 2009

El Gazapo: Retrato de un Zampabollos.

Si, Tenéis razón…
Si, quizás me he vuelto demasiado tiquismiquis.
De acuerdo, en muchos comic podemos encontrar errores parecidos a este… pero al tratarse de viñetas contiguas (aunque de distinta página) el error canta y mucho.
Y es que el retrato de Leone se parece a uno de esos cuadros fantasmas.

Bonhomme, en primera instancia lo dibuja sujetando el bastón algo por encima de la altura de su cadera.



En la siguiente viñeta, Leone aparece sujetando dicho bastón a la altura de su hombro, con la mano más cerca de la cabeza del bastón y su cuerpo más próximo a las cortinas.



En la misma página una hospitalaria anciana sirve a Polain un café con unos bollos..



y deja la cafetera en una pequeña mesita donde ha servido a nuestro Marqués.



Unas viñetas más tarde la cafetera ha desaparecido!! ¿?



Que vuelve a aparecer en la mesita una viñeta más tarde y, por si fuese poco, ¡falta un bollo!



¿Que misterio, de esos que escapan de la razón humana, envuelve la estancia?
¿Quizás al espectro que vive en el retrato de Leone le gustan el café y los bollos?
Sin duda un enigma este de los que le gustaría resolver al marqués de las almas en pena... Si no estuviese tan entretenido comiendo magdalenas…



Un saludo.

lunes, 24 de agosto de 2009

Crisse Ex-Libris y Algo Más.