Los 15 Comics de la Isla.

Poco me podía yo imaginar el final del relato que ahora me presto a contaros...

Varios éramos los Bloguer alistados en el navío de nombre La Blogsfera a las órdenes de Jaime Sirvent , que capitaneaba la nave, y el contramaestre Mo Sweat.
Los primeros días habían transcurrido sin problema alguno, con el viento a nuestro favor y sin nada reseñable que no sea la algarabía nocturna que se montaba en el barco, gracias a la buena compañía y a los toneles de ron añejo que caían uno tras otro a la luz de la luna mientras entonábamos cantos alegres cuyas letras , quizás debido a la amargura que ahora siente mi corazón, no consigo recordar.
Recuerdo que esa noche las existencias de ron empezaban ya a flojear pero aún así, el ánimo de la tripulación no había cambiado en absoluto y ya estábamos a penas a quince días de nuestro destino.
En cubierta, ese día habíamos cambiado las canciones por viejas historias de otras aventuras y era precisamente Pablo, uno de los mejores marinos de nuestra tripulación, quien nos contaba sus anteriores viajes. Pablo nos contaba como había creído ver a través de una espesa niebla, a tan solo unas 500 Leguas de la isla de las tortugas, un barco de apariencia fantasmal que hacía tan bruscos movimientos que le habían llevado a pensar que navegaba sin timonel.
Y fue justo cuando pronunció las palabras Holandés Errante cuando, de la nada, la tormenta más violenta que veré sin duda en mi vida nos sorprendió a los atónitos oyentes del marino. El oleaje, en cuestión de segundos, se violentó contagiado por el cielo y sin darnos tiempo a reaccionar, una ola surgió del mar golpeando fuertemente a Pablo y lanzándolo al agua con tanta fiereza que el bloguer voló literalmente por el castillo de popa.
Tras este suceso, y como si el mismo diablo, hubiese ya cumplido su objetivo el tiempo se calmó.
Estuvimos dando vueltas en círculos días enteros, sin volver a saber nada de Pablo. Hasta que los víveres empezaron a escasear y, con el alma en los talones, buscamos tierra firme donde llorar a nuestro compañero.
Pero yo no he perdido la esperanza. Se que Pablo está vivo, quizás en alguna isla desconocida de las muchas que hay en nuestro mar.
Es por esto que todas las noches voy al acantilado de la esperanza y desde lo alto de éste, enrollada y metida en una botella sellada con un corcho, lanzo una página de un comic con la esperanza que le lleguen a mi amigo y así hacer más llevadera su espera.
He elegido quince comics (que se encuentran entre los comics que más he disfrutado) para hacer esta especie de ritual. Posiblemente se me olviden varias obras que debería haber embotellado.
Son tantas las que podría haber elegido que las he separado en tres categorías distintas a fin de que le llegue un poco de todo.
Sin duda me dejo muchos que bien merecían entrar en estas botellas como mi querido Asterix de Uderzo y Goscinny, El Viaje a Italia de Cosey, El Vuelo del Cuervo y La Prórroga de Gibrat, Thorgal de Van Hamme y Rosinski, El Marqués de Anaon de Vehlmann y Bonhomme, Los Combates Cotidianos de Lacernet, La Tetería del Oso Malayo de Rubín, Isaac el Pirata de Blain, algún otro de Hermann, Rg de Peeters, El cazador de Rayos de Kenny Ruiz, Café Budapest de Zapico y tantos y tantos otros…
Pero me he tenido que ceñir a 15 títulos pues 15 eran los días que nos faltaban para finalizar nuestra aventura cuando el mar quiso llevarse a nuestro querido compañero.
Pocas son las páginas que me quedan por lanzar desde este acantilado y la esperanza comienza a agotarse…


Categoría Obras maestras del noveno arte:

Mort Cinder de Oesterheld y Breccia.
La Batalla del Mar Salado de H. Pratt.
Fron Hell de Moore y Campbell.
V de Vendetta de Moore y Lloyd.
Píldoras Azules de F. Peeters.



Categoria Europeo:

Las Torres de Bois-Maury de Hermann (incluidos los que llevan por título Bois-Maury)
Murena de Dufaux y Delaby.
Las Siete Vidas del Gavilán de Cothias y Juillard.
Blueberry de Charlier y Giraud (Desde La Mina del Aleman Perdido hasta Angel Face, ambos incluidos)
Los Compañeros del Crepúsculo de Bourgeon.



Categoría nuestros autores:

Trazo de Tiza de Miguelanxo Prado
Un Poco de Humo Azul de Lapiere y Pellejero. (Perfectamente podía haber sido El Vals del Gulag)
Blacksad de Canales y Guarnido.
Las Serpientes Ciegas de H. Cava y Segui.
Arrugas de Paco Roca.



(Texto basado en la entrada que PAblo ha hecho en El Lector Impaciente sobre la elección de los 15 comics que se llevaría a una isla desierta. Idea de Jaime Sirvent)

Un saludo.