miércoles, 1 de abril de 2009

Relectura: Blankets.

Edición original: Blankets.
Fecha de edición: mayo de 2004
Guión y Dibujo: Craig Thompson.
Formato: Libro Rústica con solapas. B/N. 600 págs.
Editorial: Astiberri.



Hace algunos días hablaba yo de Píldoras Azules como la obra que me mostró otro camino dentro del comic. Otra forma de lectura.
Esta obra, de la que hablo hoy, fue sin duda la que me confirmó que era un camino allanado y que de vez en cuando era bueno perderse por él. Que ese nuevo tipo de lectura, más intimista, con más carga autobiográfica y con dibujos menos elaborados (si me lo permitís), era otra buena manera de disfrutar de un paseo por el mundo de las viñetas. Que el comic de Peeters no había sido una excepción.
El caso es que inmediatamente después de leer el comic de Frederik Peeters, me compré y leí éste de Craig Thompson del que también había oído maravillas y algunas discusiones, de esas que no llevan a ningún sitio, tratando de resolver si uno es mejor comic, “una obra más completa” que el otro o al revés.



Tratando de resolver ese misterio me encontré metido de lleno en la lectura de Blankets y la vida de Thompson al ser esta obra un comic autográfico.
Y fue así como me encontré con una historia de un amor imposible, tantas veces contada desde que Shakespeare nos presentara a los Montesco y los Capuleto en su Romeo y Julieta, ambientada en una pequeña comunidad rural de Wisconsin.
A diferencia de la obra del dramaturgo inglés, en este caso no son las familias enfrentadas las que hacen imposible este amor. En este caso son los caracteres de los personajes, totalmente distintos, y una sociedad diferenciadora los que tratarán que la relación de los dos jóvenes no llegue a buen puerto.



Craig nos hace partícipes de una bonita historia de amor preadolescente. Consigue en muchas escenas que regresemos a esa parte del cerebro donde se encuentran el recuerdo y la melancolía, siendo ésta empatía la gran baza de la obra . Con trabajadas y poéticas viñetas nos cuenta como nace el amor entre esta pareja imposible , Desubicados emocionalmente, ambos empezarán a apoyarse el uno en el otro y así nacerá una bonita historia de amor que difícilmente podía funcionar y sin embargo lo hará con una solidez aplastante.
Aún siendo la relación entre Craig y Riana el corazón de la historia, Thompson, no se queda ahí y nos presenta otras subhistorias de igual calidad que esta. Así pues el autor, con humor en pequeñas dosis, nos dejará que observemos la relación con su hermano, infectada por un sentimiento de culpa que la destruye casi por completo y nos hace una crítica a la radicalidad religiosa de algunos pequeños pueblos estadounidenses que es la originaria de la crisis de identidad que acompaña al protagonista durante las más de 550 páginas que contiene la obra.



Craig es un chico tímido, reservado, no es el chico normal al que le gustan los deportes y destacar en alguno de ellos, a Craig, le gusta leer tebeos y sobretodo, en compañía de su hermano pequeño, dibujar. Esto le convierte en un marginal al que sus compañeros de colegio no se cansan de humillar siempre que pueden.
En casa las cosas no están mucho mejor. Sus padres no pasan por un buen momento económico, cosa que hace que tenga que compartir cama con su hermano, y por si fuera poco, todo y cada una de las cosas que en su casa suceden están supeditadas a Dios.



Un día, en un campamento religioso conocerá a Raina, chica totalmente opuesta a él, de carácter extrovertido y popular entre sus compañeros de colegio. Entre ellos nacerá una relación de la que ambos aprenderán. Craig, por ejemplo, aprenderá de Riana a valorar más la relación con su hermano pequeño, debido al cariño que ella siente por los suyos, disminuidos psíquicos, a los que da todos los cuidados posibles. Ambos se necesitan, pues los dos están pasando por un momento dificil. Raina debido a la separación de sus padres, Craig por el fin de sus creencias religiosas y la culpabilidad que esto le genera. Los dos jóvenes encuentran en este amor un techo en el que refugiarse de la tormenta.



Es por tanto, Blankets, una obra redonda, un buen comic para recordar los buenos tiempos del principio, no ya del primer amor, sino de todos los amores. Esa idealización de la otra persona y como durante un tiempo se convierte en tu todo.
Un comic que nos mantiene en un continuo movimiento, estupendamente entrelazado, entre la historia de Craig con Raina, la relación con su hermano Phil y las constantes dudas existenciales que la fe (o la falta de ella) generan en el protagonista.

Un saludo.

Otros comentarios de esta obra:
Antoni Guiral en Tebeosfera.
Álvaro Pons en La Carcel de Papel.
Sergio en Lecturas Recomicdadas.

4 comentarios:

PAblo dijo...

Un tebeo maravilloso que espera la correspondiente relectura en la estanteria. ¿Cuando será? Espero que pronto. ;-D

Impacientes Saludos.

Angux dijo...

PAblo, he disfrutado como un enano con su relectura. Sabía que era bueno, pero con una segunda lectura hasta gana más.

Un saludo.

Ioannes Ensis dijo...

A mi, la verdad, no me gustó demasiado. Me lo prestó un amigo, que venía emocionado con él y, tras unos comentarios entusiastas y unas cervezas, su tebeo acabó en mi mochila. Hace poco lo volví a tener en mis manos (con dinero fresco en el bolsillo) pero me decanté por comprar otra cosa.
Muy buena entrada y muy buena crítica.
Un saludo.

Angux dijo...

Ioannes, ya se sabe lo de los gustos y demás.
A mi me pareció una obra redonda desde la primera vez que la leí.
El guión y el dibujo se mezclan estupendamente haciendo páginas de una increible belleza. Los personajes se sienten tan reales que cuando terminas su lectura sientes la necesidad de saber más de ellos. En fin, para mí, una gran obra.
Supongo que también tendrá que ver el momento elegido para leerla y evidentemente no a todo el mundo puede gustarle lo mismo, seria demasiado aburrido.

Un saludo.