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Hace tan solo tres añitos nació mi princesa. Fue un 31 de enero, como hoy, soleado.
Recuerdo que pensé que era un día estupendo para su nacimiento, pobre idiota (¿acaso existe algún día malo para que nazca tu hij@?).
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Llegamos al hospital por la mañana, Marta, mi mujer, estaba tremendamente gorda y tremendamente hermosa. Teníamos una cita con los monitores a las 13 horas. Sabíamos desde hacía ya algún tiempo que la niña venía de nalgas, por lo que, lo más seguro, es que tuvieran que practicar una cesárea, pero habían dejado pasar el tiempo para ver si la pequeña se daba la vuelta y podía ser parto natural. Después de monitores, los médicos nos preguntaron si estaba bien que la niña naciese ese día. Por supuesto respondimos que si, y así dio comienzo, aún habiendo empezado hace tiempo, uno de los días más felices de mi vida.
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Recuerdo los nervios de la espera, no pude entrar en el quirófano, (siendo cesárea y no siendo príncipe, no está permitido) recuerdo el cigarro sobre otro cigarro, recuerdo los pasos largos, la mirada en el suelo. Y por fin, la llamada de los médicos. Todo había salido bien, eran las siete de la tarde, mi mujer estaba recuperándose de la anestesia y podía ver a mi hija.
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Era preciosa.
Al verla, he de confesar que se me escaparon dos lagrimillas, las lágrimas más felices y orgullosas que serán capaz de recorrer mis mejillas, lágrimas con sabor a miel, explosión de los nervios contenidos, emoción ante los abrazos y felicitaciones, deuda eterna con Natura.
Una niña preciosa, sentí desde ese momento que la quería como nunca antes había querido a nadie.
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Desde entonces tres añitos, parece que fue ayer...
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Poco tiene que ver esta entrada con tebeos, tenéis razón, pero bueno, quería contar este episodio de mi vida por varias razones. Una, por ser válida para que conozcáis un poquito mejor al autor de este blog. Dos, porque escribiéndolo lo vuelvo a vivir y nunca me cansaré de vivir ese momento, y tres, y posiblemente la más importante, porque quizás el día de mañana mis dos pequeños (del pequeño haré una entrada en su momento, con vuestro permiso) se interesen por lo que aquí escribo y me gustaría que leyesen estas entradas y sepan lo todo que significan para su padre.
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Así pues:
