Fecha de edición: diciembre de 2009
Guión y Dibujo: Yves Swolfs
Formato: Libro cartoné, 146 págs.
Editorial: Planeta DeAgostini.

Mucho mejor.
Durango nos sigue ofreciendo dosis de acción y emoción a raudales y, además, he de decir que estos tres nuevos números que nos presenta Planeta mejoran en gran medida los tres que nos presentaron en el anterior tomo (del que ya hablé en una entrada, un tanto despistada, por aquí)
Y mejoran gracias a un guión más sólido, posiblemente gracias a que Swolfs toma la acertada decisión de hacer una historia más larga y así poder construir mejores personajes secundarios que se unirán a Durango durante los tres números que engloban este tomo.
El guión, mucho más trabajado, se une al dibujo que nos tiene acostumbrados el belga, del que ya pudimos disfrutar en el anterior número de la serie o en otros trabajos como El Príncipe de la Noche donde nos contaba una historia de vampiros clásica y de la que también hablamos en su momento por aquí.
Un dibujo realista, lleno de detalles, que se suma a unas acertadas composiciones de páginas y una estupenda forma de sobreexponer viñetas, que otorgan a la lectura el ritmo trepidante que esta exige dado los muchos momentos en los que la acción se apodera de ella, para hacer de este tomo una lectura más que aconsejable a pesar de la reducción a la que Planeta ha condenado a esta obra.
En este número, que abarca los tres álbumes conocidos como El Ciclo de Amos, asistimos a ver como Durango llega a Nuevo México huyendo de los cazarrecompensas que, atraídos por la suculenta suma que el gobierno estadounidense promete a quien entregue al pistolero vivo o muerto, no cesaran en ningún momento en el intento de darle caza. Uno de estos será Logan, despiadado, frío e inteligente cazarrecompensas, a quien el autor ha reservado el dudoso honor de convertirse en el antagonista de Durango durante estos tres números.
Igualmente el autor se reserva un Alter ego mexicano de Durango, al que conoceremos con el nombre de Amos Rodríguez, especie de guerrillero a favor de los más pobres campesinos de la región, sin duda, recogiendo el testigo más romántico de Emiliano Zapata. A Amos le acompañan el forzudo y leal Ortega y el mezquino Larenza quien, ya desde un principio, deja muestras de no ser trigo limpio.
Otro de los personajes que nos presenta Swolfs en este tomo es el europeo de enigmático pasado Maximilien von Ruhenberg, a quien el autor aprovecha para dejar alguna pincelada histórica hablándonos de Karl Marx
Así, descubrimos un cartel de personajes secundarios bastante trabajados que aunque algo estereotipados, como era de recibo en los tebeos de aquella, ayudan a hacer de este tomo una lectura muy entretenida y que a pesar de estar aún por debajo de los mejores números de Blueberry o Comanche, se ha acercado a ellos de una manera muy meritoria.
Por lo tanto, si tenéis pensado compraros uno de los dos tomos que hasta ahora ha editado Planeta, no os lo penséis, que sea este sin duda.
Ideas y recursos que me apetece destacar de la obra:
Una de las viñeta preferidas de Swolfs. El sol nos impide ver al pistolero que protagoniza la viñeta.
Varios ejemplos.
El autor nos muestra una larga batalla en 1/4 de página.
Otro ejemplo de la sobreexposición de viñetas de la que hablábamos en esta entrada.
Durango ve la muerte muy cerca. Otro ejemplo de metáfora gráfica.
Karl Marx viaja al lejano oeste en la voz de Maximilien.
Del día a la noche. Del naranja al azul.
Maximilien von Ruhenberg, nos cuenta parte de su enigmático pasado. Curiosamente tiene por apellido en nombre del pueblo donde vive el vampiro protagonista de El Príncipe de la Noche. ¿Tenía ya la idea Swolfs para esta otra serie? o ¿se trata solo de una coincidencia?
Maximilien recuerda su pasado.
Un saludo.